Opinión

¿Quién es el culpable del muérdago en León?

Ahora habrá multas por omisión: si la gente ve que hay plaga de muérdago en el árbol afuera de su hogar o su terreno y no hace nada: hay multa; si poda un árbol con muérdago pero no tiene permiso de la dirección: hay multa; si la gente se opone a que la dirección tome medidas y acciones para controlar la plaga: hay multa...

La última inversión que el Municipio de León ha realizado para el combate a la planta parasitaria del muérdago fue una asignación directa al CIATEC por más de 1 millón 600 mil pesos.

Este estudio podría estar para el mes de noviembre o diciembre del 2019 y que servirá, según la titular de la Dirección General de Gestión Ambiental, María del Carmen Mejía Alba: “para tener muchísimas más herramientas para el combate del muérdago”.

Otro de tantos estudios, la mayoría de ellos al CIATEC y, detrás de ellos, el director del extinto Instituto Estatal de Ecología, Enrique Kato Miranda.

Pero ese no es el punto.

El punto es que desde la década de los 80 el muérdago se convirtió en un enemigo que dejaron evolucionar. Han pasado 17 alcaldes y una alcaldesa. 39 años.

Primero lo minimizaron, luego recapacitaron, pero para cuando trataron de hacer algo ya había sido demasiado tarde.

Lo consiguieron, el muérdago llegó para quedarse. Háganle como quieran, ya no se va.

Y entonces comenzaron a destinar inversiones millonarias en estudios, programas e ideas; cada director de Medio Ambiente que pasó desde 1980 hasta el 2019, y solo por mencionar algunos como Fernando Porras Barajas, José Eleazar López Araiza Alday, Miguel Refugio Camarillo Salas, Fidel García Granados, Ricardo de la Parra y María del Carmen Mejía Alba, creyeron tener “la herramienta adecuada”. Pero no fue así.

En León existen zonas plenamente identificadas en donde la presencia del muérdago es más penetrante: principalmente en parques públicos como Hidalgo, Metropolitano, Cárcamos y en el Zoológico de León.

Según estimaciones de la propia Dirección de Gestión Ambiental y gran parte de los grupos ambientalistas como MOCE, Déjame Plantado, León + Verde, Mezquite sin muérdago, FURA; entre otras, coinciden en que cerca del 65 al 80% del arbolado en León sufren la plaga del muérdago en mediana o gran medida.

Incluso hay especies de árboles que nunca habían registrado problemas de muérdago en otras partes del país. Nunca, hasta que el Municipio de León puso el mal ejemplo.

El muérdago se reprodujo rápidamente, dicen, por el cambio climático: el aumento de la temperatura y humedad fueron factores decisivos. Damos ese punto a su favor.

El muérdago está concentrado en mayor presencia sobre las zonas de Malecón del Río, Parque Hidalgo, Parque Cárcamos, Parque Metropolitano y Zoológico.

De acuerdo a los datos de la Dirección de Gestión Ambiental, hasta el 2018 se realizaron operativos de poda de saneamiento de plaga en Calzada, los bulevares Insurgentes, La Luz, Mariano Escobedo, Saavedra, Campestre; bulevar Timoteo Lozano a Juan Alonso de Torres; y de San Juan Bosco de Cepol.

Pero desde el 2014 se propuso una idea que no se había llevado a cabo, quizá por el costo social que implica: que la ciudadanía pague -literalmente- por la propagación de cualquier tipo de plaga en el arbolado urbano.

El 8 de agosto del 2019, en una rápida intervención de la comisión de Gestión Ambiental, el presidente de la misma, Jorge Cabrera, leyó en un minuto y 10 segundos la propuesta del cambio al reglamento de la Dirección de Gestión Ambiental. En 4 minutos todo el cuerpo edilicio dijo que sí.

Y ¿a qué dijeron que sí? Pues entre otras cosas a que la población en general se debe hacer responsable de cada árbol que esté fuera de su casa, lo haya o no plantado.

Es decir, multas por omisión: si la gente ve que hay plaga de muérdago en el árbol fuera de su hogar o su terreno y no hace nada: hay multa; si poda un árbol con muérdago pero no tiene permiso de la dirección: hay multa; si la gente se opone a que la dirección tome medidas y acciones para controlar la plaga: hay multa.

Habrá gente que sin deberla ni temerla recibirá una notificación de multa que podría ser de 75 a 15 mil salarios mínimos.

Y es que todo esto implican más cosas: quién multa, a dónde irá el pago de esas multas, habrá capacitación a la población para contrarrestar la plaga del muérdago, quién los capacitará, habrá más inspectores o duplicarán esfuerzos, entre otros etcéteras.

Las modificaciones al reglamento dicen también que las paramunicipales deben hacer programas de control de plaga en espacios municipales como el Zoológico, Explora, la Feria, Los Cárcamos o el Parque Metropolitano aunque esa es su obligación y deberían destinar de sus recursos para el combate de la plaga.

¿Quién tiene la culpa? Y solo hablamos del muérdago: faltan las otras plagas.

 

*R

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