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Identifican y acompañan a mujeres indígenas que llegan a trabajar a León

En lo que va del año la paramunicipal ha realizado 36 acompañamientos a 29 mujeres, 8 de ellas en estado de gestación

El Instituto Municipal de las Mujeres de León (IMMujeres) identificó y dio acompañamiento a indígenas migrantes que llegan a trabajar, año con año a León, en los campos de cultivo.

La encargada del programa de Redes de Mujeres sin Violencia, Cinthia Aida Valenzuela Balderas mencionó que a través de dicho programa se generan visitas a los campos de cultivo de chile, tomate y algunas otras hortalizas, para identificar a las mujeres, principalmente procedentes del estado de Guerrero.

Con estas acciones se permite un acercamiento y vínculo con las mujeres, sobre todo con quienes se encuentran en estado de gestación, puerperio y en situación de violencia.

El trabajo inicia a partir de abril y continúa hasta las primeras semanas de agosto, y se realiza de forma coordinada con la Dirección de Desarrollo Rural, que es la dependencia que lidera el programa Atención a Jornaleras y Jornaleros Migrantes en el municipio.

Previo a las visitas, la Dirección de Desarrollo Rural realizó un censo en las comunidades para tener un registro de todas las personas y familias que arribaron a los campos, mismo que incluye el registro de mujeres embarazadas.

Una vez identificadas, cuatro promotoras de las Redes de Mujeres sin Violencia han realizado 36 acompañamientos a 29 mujeres migrantes, de las cuales ocho se encontraban embarazadas y 21 en puerperio o con niñas y niños menores de un año con requerimientos de salud.

Los acompañamientos incluyeron traslados a servicios de salud por medio del trabajo coordinado con la Jurisdicción Sanitaria VII, donde se proporciona la atención médica a través de los Centros de Salud Comunitarios, además del Hospital General de León y el Materno Infantil.

Esto les permite tener un control de su embarazo y el conocimiento del estado de salud de sus hijas e hijos nacidos.

En este periodo las visitas se realizaron a mujeres que se encontraban laborando en los campos de cultivo de las comunidades: San José de los Sapos, La Sandía, Barretos, Benito Juárez y los Ramírez.

La edad de las mujeres oscila entre los 15 y 37 años; y se tiene un registro hasta el momento de cuatro nacimientos durante la estancia en el municipio.

En medio de la pandemia, las visitas se llevan a cabo de forma responsable y con el cumplimiento de las recomendaciones del sector salud para prevenir el contagio de COVID-19.

Aunque la mayoría de las mujeres ya ha migrado a su lugar de origen, aún hay familias que permanecen en el municipio y a las que se les continúa apoyando.

Durante este año la atención se ha centrado en el acompañamiento a revisiones médicas al centro de salud o al hospital; sin detectarse por el momento situaciones de violencia de género.

En 2019 fueron tres mujeres las que requirieron acompañamiento legal y psicológico tras ser víctimas de violencia.

Con este trabajo transversal se busca prevenir la violencia y la discriminación en las familias jornaleras, de la migración llamada ‘golondrina’, quienes venden su fuerza de trabajo a otros campesinos fuera de su región con el objetivo de completar los ingresos necesarios para su subsistencia.

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