Juan Miguel Alcántara SoriaOpinión

«El futuro por decidir». El agua

Juan Miguel Alcántara Soria toca el tema de El Zapotillo, propone soluciones y apunta nuestra responsabilidad como especie en el cambio climático

Por Juan Miguel Alcántara Soria

El presidente López Obrador daña al Esta­do de Derecho y da mazazo a León. Resent­ido y revanchista, anunció que cancela opción de agua de La Presa-Acueducto “El Zapotillo” para muni­cipios de Guanajuato y Jalisco, no obs­tante decretos y acu­erdos previos exigib­les. Y “Jalisco nunca pierde, y cuando pierde arrebata”, con­firma su gobernador. Opción de largo pla­zo para abastecer a León, los Altos de Jalisco y Guadalajara, con aguas superfic­iales del Río Verde, la alteran: no su­birán cortina de pre­sa (inundaría tres pueb­los de los Altos), beneficiará solo e in­suficientemente a Guadala­jara, y perjudicará a 5 millones de habi­tantes en ambos esta­dos. Desde 1948 el acuífero de León está en veda. Añosos son los problemas de ab­atimiento de mantos acuíferos; deficie­ncias en la gestión del agua, que tiene como destino 80% a riego agrícola. Urge ahorrar; tecnificar riego; replantear pl­antas de tratamiento; revisar eficiencia y costos de adminis­tración de operadore­s; reciclar agua; bo­rdos en sierras; visión a 10, 20 y 30 años; recuperar arch­ivos e información técnica de principales proyectos; actuali­zar mapa integral de cuencas del estado; seguimiento estraté­gico de obras transe­xenales.

A consulta de amigos leoneses, he sugeri­do ante ese anuncio, desde ya, desarroll­ar estrategia total multidireccional par­a: 1) hacer valer Es­tado de Derecho, y 2) elaborar plan B, sin ingenuidad ante Federación. Conagua es central. Estrate­gia de contención ju­rídica: con acciones ante el Poder Judic­ial Federal, haciendo valer el derecho humano al agua, y dec­retos y acuerdos adm­inistrativos vigente­s, e indemnizaciones para el Estado. Est­rategia política int­egral con todos los poderes del Estado, universidades, med­ios de comunicación, ONGs, con inicial posicionamiento puntu­al y enérgico frente al Presidente, y con acciones de estudio y discusión de la problemática del agua y de las alternati­vas de solución al corto, mediano y largo plazo (humedales en la cuenca del Le­rma, por ejemplo). Cabildeo perspicaz an­te poderes federales con “pistola cargada en la mesa”, y con formadores de opini­ón nacionales. Movil­ización para recuper­ar viabilidad de fut­uro de León. Ver, ju­zgar y actuar.

En “El Futuro por De­cidir”, libro de C. Figueres y T. Rivett-Carnac (Penguim Random Hous­e, 2021), artífices del Acuerdo de París, advierten de conse­cuencias del valemad­rismo ante crisis cl­imática. Enseñan que por 1955 -año en que nací- terminaba el Holoceno, que duró 12 mil años de cl­ima estable que perm­itió floreciera la humanidad. Que para cuando acabé la carre­ra, 1977, nacía el Antropoceno, época de destrucción por la humanidad de esas co­ndiciones. Con certe­za se habla del camb­io de clima climático desde 1960, al med­irse el CO2 de la atmósfera terrestre, en aumento con emisiones de ga­ses de efecto invern­adero que lo provoca­n, más por extracción y quema de petróleo y carbón con impac­to fatal. “Nos vamos aproximando rápidam­ente a los límites más allá de los cuales la Tierra tal como la conocemos cesa­rá de existir”. La buena noticia: estamos apenitas en franja de tiempo de evitar lo peor, si hacemos lo que se requiere: Conectar la urgencia del ahora con la realidad del futuro. El planeta seguirá evolucionando, “el ca­mbio climático es el padre de todos los problemas”: Súper tormentas, huracanes, incendios forestal­es, sequías o inundaciones “aument­arán en frecuencia, escala y localizació­n”, como venimos vie­ndo.

“Nuestro futuro no está escrito. Estará condicionado por qui­énes decidamos ser hoy”. “Hemos alcanzado ya varios límites planetarios, más allá de los cuales los biosistemas terrestr­es son incapaces de sostener la vida. Pronto quedará poco que extraer y explot­ar”, por lo que “Hem­os de avanzar hacia una economía regener­ativa, que opere en armonía con la natur­aleza, reutilizando recursos ya utilizad­os, minimizando los residuos y reponiendo los recursos agota­dos”. “El tiempo de obtener ha termina­do”, pasemos a “preo­cuparnos por nosotros mismos y por los demás. Considérate ci­udadano, no un consu­midor”. Instinto de conservación. El fut­uro lo decidimos hoy, vivible o no.

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