Juan Miguel Alcántara SoriaOpinión

En el fraude del 88 ¿Bartlett regenteaba un congal?

Manuel Bartlett compareció ante diputados el 26 de octubre, y ante acusaciones de corrupción y del fraude electoral de 1988, culpó de este al “amasiato entre el PAN y Salinas de Gortari”

Por Juan Miguel Alcántara Soria    

Manuel Bartlett compareció ante diputados el 26 de octubre, y ante acusaciones de corrupción y del fraude electoral de 1988, culpó de este al “amasiato entre el PAN y Salinas de Gortari”.

El actual director de la CFE era entonces secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid y presidente de la Comisión Federal Electoral: responsable de organizar el proceso electoral federal, que entonces hacía el gobierno solo (como quiere ahora AMLO).

Habían robado reciente otras elecciones como la de gobernador en Chihuahua, justificándolo como “fraude patriótico”, para impedir al PAN gobernar. El 6 de julio del 88 iniciaron ilegalidades con urnas llenadas de manera previa, y estalló cuando apagaron de golpe las computadoras que recibían primeros resultados en el Registro Nacional de Electores –RNE-, que en ese momento favorecían a Cárdenas.

En el libro “El Despertar de México”, J. Preston y S. Dillon (Océano), narran momento a momento: En el RNE,  José Antonio Gómez Urquiza, representante del PAN, logró entrar a archivo secreto que almacenaba resultados electorales desfavorables al PRI, y un técnico, De Lassé, les desconectó computadoras entre empujones; lo informaron a Diego Fernández de Cevallos quien denunció “se calló el sistema” en la CF Electoral.

El director del RNE dijo “se cayó el sistema”, intentando exculparse. Se plantaron los candidatos Cárdenas, Clouthier y Rosario Ibarra ante Bartlett  a exigir legalidad. En su libro “La Herencia”, Jorge Castañeda pregunta a De la Madrid, “¿a qué hora empieza usted a enterarse el 6 de julio de que las cosas vienen muy complicadas?” La respuesta es que el secretario de gobernación se lo informó después del medio día. ¿Bartlett vio un amasiato? Salinas hizo secretario de educación y gobernador ¡al padrote del prostíbulo!

Fui actor en ese proceso: (1) por ser candidato del PAN a diputado federal en el distrito 39º de la Ciudad de México; (2) por obtener la mayoría (le gané a Luis Medina Peña, del PRI, y a Pablo Gómez del PSUM-FDN); (3) por ser designado por Clouthier su diputado-representante ante el Colegio Electoral que calificaría en última instancia la elección. Y (4) por Luis H. Álvarez, presidente del PAN, designarme coordinador de un equipo de diputados que debía presentar una propuesta de reforma político-electoral de inmediato. La Cámara de Diputados se erigió en Colegio electoral luego del informe presidencial.

El 8 de septiembre Clouthier se presentó ante diputados de la Comisión de Gobernación: demandó anular las elecciones y convocar a otras, y presentó una agenda para el futuro, iniciando con una reforma político-electoral. El  día 10 presenté el voto particular de diputados del PAN ante el pleno del Colegio. Denuncié que el dictamen se elaboró en la secretaría de Bartlett, no en comisión de diputados. Detallé evidencias de irregularidades en más de 20% de los distritos electorales, reiteré debía anularse elección y convocarse a otra. El FDN se decía también ganador sin demostrarlo. Ese día la mayoría priista consumó el fraude de manera definitiva e inatacable. Irreversible.

El 16 de noviembre Don Luis publica el “Compromiso Nacional por la Legitimidad y la Democracia”: declara a Salinas ilegítimo de origen, y lo convoca a legitimarse en el ejercicio del cargo, actuando como “gobierno de transición que acata el mandato popular de democratización, pluralismo, justicia… expresado por medio del voto, a pesar de todas las irregularidades…” Al día siguiente Salinas declara estar dispuesto a dialogar. Resultaron así el IFE, la credencial de elector con fotografía, la desaparición del colegio electoral, el Tribunal Electoral, etc. Todo esto lo narramos en el libro “Voto en Libertad” (M.A. Porrúa, 2009). Al tiempo se concretó buena parte de la agenda de Clouthier y Luis H. Álvarez.

AMLO miente un promedio de 89 veces al día. Infografía quincenal que publica la consultora SPIN detalló que al pasado 31 de agosto, llevaba 61,079 afirmaciones no verdaderas en sus mañaneras. Sus colaboradores, como el cínico delincuente pornógrafo no se quedan atrás. El pueblo tiene memoria, la masa no.

*a

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba