¿Los Centenarios no son completamente de oro? Te decimos con qué otro material los mezclan
Con su combinación única, la moneda destaca por su durabilidad, su rica historia y su atractivo como inversión, aunque es poco conocida
México— La moneda Centenario, una joya del patrimonio numismático de México, destaca por su gran valor tanto histórico como económico.
Esta pieza, que contiene 1.20565 onzas de oro puro, presenta una pureza del 90% (21.6 quilates) combinada con un 10% de cobre, según información del Banco de México (Banxico).
¿Por qué el Centenario es una combinación de oro y cobre?
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Esta aleación, cuidadosamente diseñada, le otorga mayor durabilidad y resistencia al desgaste, características esenciales para su conservación a largo plazo.
Las monedas de oro puro, de 24 quilates, son considerablemente frágiles porque el metal es blando, lo que las hace más propensas a rayarse o dañarse.
Sin embargo, la inclusión de cobre en las monedas Centenario permite que sean más resistentes y fáciles de manejar, sin perder su atractivo para coleccionistas e inversionistas.
Además de su durabilidad, la familia de monedas de oro emitidas por la Casa de Moneda, bajo la supervisión de Banxico, incluye diversas denominaciones como la moneda Azteca de 20 pesos y las piezas de Hidalgo con valores de 10, 5 y 2 pesos.
Estas monedas no solo representan una parte esencial de la historia de México, sino que también son vistas como una sólida inversión en tiempos de incertidumbre económica, debido a la constante demanda de oro en los mercados globales.
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¿Cuál es la historia de esta moneda?
El Centenario se originó en 1921, cuando lo crearon para conmemorar los 100 años de la independencia de México.
Aunque su producción se detuvo en 1931, la creciente demanda de oro en los años posteriores llevó a su reacuñación en 1943. Su diseño es icónico: el anverso muestra un escudo nacional histórico y en el reverso destaca la imagen de la Victoria Alada, inspirada en el monumento del Ángel de la Independencia, con los majestuosos volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl en el fondo.
Hoy en día, las monedas de oro como el Centenario no solo conservan su valor en el tiempo, sino que también ofrecen a los inversionistas una opción segura, independiente de las fluctuaciones económicas y del control bancario, brindando tanto estabilidad como protección patrimonial.
*RC